Aún continúa el afán de creer que los seres humanos somos superiores a cualquier entidad viviente sólo porque "razonamos". Es como el súpermegapoder con que nos agarramos para decir que somos más fuertes que un gusano, o un cerezo, o una simple hoja.
Pero... ¿el intelecto realmente puede superar a la naturaleza intrínseca de todos los seres que existen? ¿Qué determina que la razón es superior a todo lo que es? Porque tenemos la facultad de poder pensar y crear juicios e ideas mentales? Porque esas ideas mentales nos permiten comprender el entorno, y clasificar cada cosa por lo que creemos que es de acuerdo a nuestro juicio y así poder distinguir una cosa de otra?
Por eso, el ser humano, ¿es mejor que cualquier ser existencial? ¿Cualquier fenómeno y entidad viviente?
Siddhartha Gautama, cuando alcanzó el estado de budeidad, veía que todos los fenómenos del universo eran una entidad viviente. Una sola entidad.
La naturaleza viviente, un conjunto de todo lo que existe.
Def. Naturaleza: principio generador del desarrollo armónico y la plenitud de cada ser, en cuanto tal ser, siguiendo su propia e independiente evolución. (RAE)Tanto el río que fluye por su arroyo como las olas del inmenso mar chocando en la arena, así como la arena que vuela en el viento; las rocas y cristales del reino mineral; la luna y el sol; el césped y el rocío; la hormiga llevando una hoja al hormiguero; las hojas de cada árbol, el árbol y sus raíces; las raíces que surgen de cada semilla que da vida a una nueva planta, una nueva flor, un nuevo vegetal, una fruta; el vegetal que alimenta a seres herbívoros... los animales, las plantas, las montañas, el cielo, el fuego, el agua, la tierra y el aire; los planetas y los multiuniversos con sus multigalaxias; el ser humano, etc., etc., etc. Todos somos una sola entidad viviente que coexistimos y compartimos la misma esencia. Somos una gran unidad. Y en la unidad, no existen las jerarquías, no entra la razón humana en acción porque va más allá de ella, es una Mente Unitaria, donde sólo rige lo que ES.
Si creemos que una hormiga cumple un rol más insignificante que el nuestro, o una roca al no poseer órganos vitales, no es digno de ser respetable, en definitiva, estaríamos diciendo que nosotros mismos somos insignificantes e indignos ante la vida ya que, al fin y al cabo, en esencia, la hormiga, la roca y nosotros, somos lo mismo, sólo que creemos que venimos de diferentes mundos muy separados unos al otro. Esa es la trampa del ego.
Empecemos por el respeto a la vida para revertir la fórmula.
Dicho esto a modo introductorio, en el próximo post contaré una experiencia que tuve conectándome con un almita hermosa, una gran impulsora y maestra, la obsidiana.
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