Invictus - William Ernest Henley

En la noche que me cubre,
negra como el abismo de un polo a otro,
agradezco a los dioses que puedan existir,
por mi alma inconquistable.
En las crueles garras de las circunstancias
nunca me he lamentado, ni llorado en alto.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas,
donde yacen los horrores de la sombra,
la amenaza de los años, sin embargo,
me encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el camino,
cuán cargado de castigos el viaje...
soy el amo de mi destino,
soy el capitán de mi alma.'



Mi poema favorito desde hace 10 años. 
Más vigente que nunca. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Fuera del tiempo

Geometrizando los caminos

  Hace tiempo quería escribir sobre esto y no encontraba las palabras. Supongo que el estar inmersa en un flujo infinito de creatividad hací...